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MÁSTER UNIVERSITARIO EDUCAR EN LA DIVERSIDAD, por Olga M. Alegre de la Rosa

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domingo, 7 de mayo de 2017

Lección 2ª ¿Cómo se establece una comunicación eficaz?,por Luis Miguel Villar Angulo y Olga María Alegre de la Rosa





Comunicación es un subcriterio que pertenece a Dirección y Planificación, dentro del criterio Organización de la Enseñanza en el Modelo EFQM. La comunicación es un indicador de un Programa Formativo.


¿Influye la comunicación en un programa formativo, o en la enseñanza de una materia? 

Muy posiblemente, sí. Es innegable que la comunicación configura la visión de una titulación, otorga responsabilidad en la docencia, aviva el éxito en el desarrollo personal y el aprendizaje de los agentes, y es precursora de cambios culturales y sociales en una institución a través de códigos de información y de las imágenes representadas. 

La comunicación establece el marco de identidad de un programa formativo y de una programación de clase: en ella se conjugan las expresiones simbólicas de las personas, los rasgos característicos de las audiencias y las bases para la interpretación de la acción profesional y social de un egresado. Por medio de ella se construye la conciencia de ser una titulación diferenciada y la capacidad de autotransformación de la misma. 

Todo el sistema de comunicación de un programa formativo es concomitante con los cambios que se originan en los sistemas políticos, económicos y culturales en nuestra era de globalización o de aldea global. Porque toda ella esta gobernada y mediada por la batuta de los mismos recursos de comunicación y para una audiencia que no tiene fronteras.

IDENTIDAD.

La comunicación interna y externa en un programa formativo es su vida y conciencia. McMahan (2004: 35) acota la frase siguiente: “Las interacciones de los individuos con los ordenadores, la televisión, y los nuevos medios son fundamentalmente sociales y naturales, como la misma vida real”. Tras revisar varios libros sobre comunicación de masas, establece el autor cuatro proposiciones de las que seleccionamos la tercera: Nuestras identidades se construyen activamente por medio de la integración de la comunicación de masas y la comunicación interpersonal

La identidad de una titulación – como la de una nación o pieza musical - se refleja en la simbología de los mensajes y en los movimientos, matices y tonos de las conversaciones. La tecnología informativa es el nuevo registro para establecer una comunicación y con ella se pueden crear incentivos de valores -autenticidad y justicia- o estandarizar una titulación – por falta de talento en la evocación de imágenes de calidad -, e incluso una organización universitaria. 

Un programa formativo que se dote de un servicio de comunicación debe interconectar las unidades de docencia y de investigación hasta convertir los espacios de aprendizaje en minicampuses invisibles donde se desarrollen otras capacidades profesionales no previstas en el plan de estudios de una titulación: trabajo en equipo, redes profesionales, búsquedas informativas, congresos en línea, construcción de sitios Web básicos, formación en línea,  etcétera.

REVISIÓN DE LA COMUNICACIÓN.

Al margen de que la comunicación en sí misma es una materia y una titulación en distintos planes de estudio, que ha sido abordada desde distintas coordenadas (véase al efecto el artículo de revisión de Morreale, Osborn y Pearson (s./f.), que sintetizan y  comentan casi 100 artículos, en los que llaman la atención sobre la importancia del estudio de la comunicación en la sociedad contemporánea), una evaluación de un programa formativo deberá estudiar la comunicación participativa existente en ella (Huesca, 2001: 422), porque es en ese ámbito donde tiene lugar el estilo de un programa formativo –ofertas perfiladas de acciones de movilización, intervención, reproducción y disolución de sus miembros-. 

La comunicación participativa entre los agentes promueve procesos dialógicos elásticos en los que el poder está distribuido, convirtiéndose de este modo en una opción ética de respeto a los modos de ver y pensar de los distintos agentes. La intersubjetividad respetada, la copresencia en los mensajes y la apertura a distintos tipos de interlocutores en esta modalidad de comunicación se hace presente cuando se definen los problemas, necesidades, objetivos y guías de soluciones existentes en un programa formativo (asuntos sobre matriculación, tutorías, evaluaciones, absentismo, optatividad, homologación de créditos de libre distribución, etcétera).

GESTIÓN INFORMATIVA MOTIVADA.

La comunicación de la información disipa la incertidumbre de un programa formativo o de una programación, es decir, asienta el conocimiento seguro y claro de algo; evita, de este modo, la parálisis de los agentes o beneficiarios (profesores, estudiantes, empresarios o padres) por temor a errar, o impide que suceda una catástrofe por obrar sin conocimiento. Una titulación es un esqueleto de materias plena de complejidades, que la comunicación en un programa formativo debe reducir. En efecto, las ambigüedades, imprevisiones e indisponibilidad informativa existente en un programa formativo o en una programación de una materia – estado de incertidumbre - reducen las probabilidades de conocimiento entre los agentes, y crean un estado negativo en las personas –peligro o molestia-, aunque algunos autores escriban lo contrario. 

La teoría de la gestión informativa motivada de Afifi y Weiner (2004: 172) puede impulsar la certidumbre. Se compone de tres fases o estadios: (a) interpretación, (b) evaluación y (c) decisión, que adaptamos a un programa formativo. 

En la fase de interpretación se localiza la discrepancia entre la incertidumbre sobre ciertos asuntos académicos (matriculación, evaluación, programación de materias optativas, asignación de profesorado a grupos) y la ansiedad que ella genera en los agentes (profesores y estudiantes). 

En la fase de evaluación se estudian las expectativas de los resultados de una información y las habilidades asociadas a ellos o se mide la capacidad para resolver las tareas implicadas en un proceso informativo (comunicación vía Web en procesos de automatrícula, comprobación de calificaciones, programaciones en línea, teletutorización, etcétera). 

Y en la fase de decisión se seleccionan estrategias de gestión informativa: por ejemplo, la búsqueda de información que sea relevante (aulas, grupos, programaciones, expediente académico, actas finales de una materia, optatividad, curriculum de libre disposición, etcétera), la evitación, igualmente, de información que sea relevante (actas de calificación, fechas de revisión de exámenes, convocatorias de pruebas, etcétera), o el reajuste cognoscitivo (cambio de creencias sobre la información de una materia: inicio del curso, calendario de las pruebas ordinarias y extraordinarias, criterios de calificación de las distintas materias, atención a los estudiantes por los cargos académicos, asignación de instituciones, empresas para realizar el practicum, etcétera).

HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS.

La comunicación en un programa formativo se hace mediada por soportes tecnológicos –principalmente a través de la prensa escrita o digital-, que son las auténticas herramientas sociales para manejar símbolos humanos, vocabularios plásticos, productos cognoscitivos y relaciones interactivas. 

El modelo de comunicación interactiva que propone Lin (2003: 346) consta de una tipología de factores que se interrelacionan en la comunicación empezando por: 

(a) el concepto de sistema que es dinámico y cambiante, seguida de otros factores: 

(b) unos de carácter tecnológico, donde tienen presencia la riqueza de medios; 

(c) otros relativos a la audiencia con sus rasgos de personalidad que hacen receptiva la información o no en función de sus creencias sobre la capacidad para saber usar las herramientas informáticas; 

(d) también, los factores sociales que están representados en los líderes de las organizaciones – en el caso que nos ocupa son universitarios, es decir, decanos, directores de centro y de departamento-; 

(e) el uso del factor de tecnología informativa, y de las repercusiones que tiene su manejo, y, finalmente, 

(f) la adopción, que obra como la consecuencia deseada, y que tiene varios resultados, desde la no adopción de la tecnología informativa hasta la reinvención de la misma.

CREATIVIDAD COLABORATIVA.

La comunicación en un programa formativo debe ser un asunto de lucidez, y un asunto de comprensión de las cosas. El fenómeno de la comunicación en una facultad, escuela o departamento debe tener su fuerza en el modelo de comunicación por medio de la creatividad colaborativa. No consiste la comunicación en pasar información de una fuente de poder o autoridad a otra de público más necesitada de la misma cuanto en la coordinación y armonización de las contribuciones individuales de los agentes. 

Compuesto el modelo de comunicación de cuatro dimensiones, Sonnenburg (2004) propone varios factores asociados al mismo 

(a) tipología en sus diversos aspectos: cara a cara –donde hay total presencia de los interlocutores, y se produce una sincronía en el tiempo de comunicación-, interacción mediada por herramientas –asincronía en el tiempo de habla, con una presencia restringida de los interlocutores, por ejemplo, en una videoconferencia- o comunicación mediada por herramientas –asincronía temporal, y prioritariamente comunicación a distancia de los interlocutores, por ejemplo, mediante correo electrónico- debe conducir a la creación de un contexto o sistema presidido por la intersubjetividad colaboradora, 

(b) curso de representación de estilo creativo en la identificación de un problema hasta llegar a una solución (supuesto caso del calendario de las pruebas evaluativas), 

(c) estilo de trabajo, concebido preferentemente como mapas o redes de comunicación (entre equipo de gobierno de un centro, PAS, representantes de profesorado y de estudiantes), y 

(d) relación entre la naturaleza de los problemas y la implicación de las soluciones.

TEORÍA DE EFECTOS. 

La comunicación establecida en un programa formativo debe surtir efectos en la conducta de la audiencia. De hecho, la eficiencia de un sistema de comunicación se debería medir siguiendo una teoría de efectos, a la manera de una campaña que use medios de comunicación de masas (Hornik y Yanovitzky, 2003: 206). 

Usando la teoría de efectos, un equipo directivo de un programa formativo se puede hacer varias preguntas relativas a la comunicación dispuesta en el centro: unas preguntas se relacionan con la ruta que tiene un efecto en un sujeto individual (profesor, estudiante o egreso) para que cambie su conducta siguiendo teorías cognitivas como la acción razonada, la imitación social, o la conducta planificada, o ese efecto impacta en un departamento o en una escuela o facultad; otras son relativas a las lagunas que se producen entre la iniciación de una campaña informativa y sus correspondientes efectos.

Otras preguntas, asimismo, son pertinentes a los efectos esperados; hay cuestiones sobre cómo quedan afectadas las subproblaciones, y si tienen los efectos algo que ver con los canales usados o con el tiempo de exposición de una campaña o composición. El estudio de las influencias de una campaña informativa hasta que afecta la conducta de la audiencia es otra previsión a tener en consideración cuando se planifica la enseñanza de una titulación (Ídem: 207).

ARCHIVO DIGITAL.

La comunicación interna y externa de un programa formativo se amontona diariamente y en el transcurso de un curso académico en archivos –la mayoría digitales- que pueden dar forma a periódicos, revistas y bibliotecas en línea. Es como si un programa formativo o la programación de una materia se condensara en unas páginas para que quien entre en Internet recupere recuerdos de la historia académica y adquiera nuevos conocimientos sobre una profesión. 

Sumner (2000: 609) refiere cuatro modalidades de diseño digital: (a) ambientes de construcción de conocimiento, (b) sistemas de anotación documental, (c) bibliotecas digitales, y (d) comunidades y colaboradores en línea,que permiten la producción de notas multimedia para la creación de conocimiento disciplinar de un plan de estudios, la introducción de un texto compartido, el establecimiento de mecanismos interoperativos para el uso de la información, o la institución de redes de conocimiento que involucren a egresados y empresarios en la aportación de experiencia en una nueva comunidad de aprendizaje.  

SALA MÁGICA. 

Las relaciones en el ciberespacio por razones de afinidad temática y de interés, o por razones de practicar la misma profesión, o, en fin, porque se tienen los mismos propósitos y pasión, como anuncia Masoodian con su sala mágica (2001: 249), sin renunciar a las comunicaciones cara a cara, permiten crear un nuevo concepto de ambiente y de amistad: la comunidad virtual creada en torno a una titulación. 

De otra parte, la experiencia real de la ciberciudad de Carter (2005: 153) con más residentes en número en ese sitio Web que en la ciudad de Dublín, le permitió  recrear una ciudad con dependencias y servicios como en una que fuera real. 

Con esa idea se podría crear una cibertitulación para diseñar un programa formativo virtual donde aparezcan espacios y escenarios para la conversación sobre tutorías, docencia en materias, actividades extraescolares de ocio, experiencias de egresados, buzón de sugerencias y quejas, oficina de empleo, preguntas más frecuentes para la convalidación de materias y créditos, etcétera.

Referencias

Afifi, W. A. y Weiner, J. L. (2004). Toward a Theory of Motivated Information Management. Communication Theory, 14(2), 167-190.
Carter, D. (2005). LIVING IN VIRTUAL COMMUNITIES. An ethnography of human relationships in cyberspace. Information, Communication & Society, 8(2), 148-167.
Hornik, R. y Yanovitzky, I. (2003). Using Theory to Design Evaluations of Communication Campaigns: The Case of the National Youth Anti-Drug Media Campaign. Communication Theory, 13(2), 204-224.
Huesca, R. (2001). Conceptual Contributions of New Social Movements to Development Communication Research. Communication Theory, 11(4), 415-433.
Lin, C. A. (2003).An Interactive Communication Technology Adoption Model. Communication Theory, 13(4), 345-365.
Masoodian, M. (2001). INFORMATION-CENTRED DESIGN: A methodology for designing virtual meeting DESIGN environments. Information, Communication & Society, 4(2), 247-260.
McMahan, D. T. (2004). What We Have Here Is a Failure to Communicate: Linking Interpersonal Communication and Mass Communication. Review of Communication, 4(1/2), 33-56.
Morreale, S. P., Osborn, M. M. y Pearson, J. C. (s./f.). Why Communication is Important: A Rationale for the Centrality of a Discipline. http://www.natcom.org/nca/Template2.asp?sid=3 .
Sonnenburg, S. (2004). Creativity in Communication: A Theoretical Framework for Collaborative Product Creation. Creativity and Innovation Management, 13(4), 254- 262.
Sumner, T. (2000). Promoting scholarship through design. Information, Communication & Society, 3(4), 597-615.

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